La importancia de saber trabajar en equipo en el mundo laboral
Somos Juli y Ale. Trabajamos juntas en algunos proyectos, entre ellos está la UNSL en donde brindamos la materia Organización de Medios. Y debido a que somos un equipo, hoy se nos ocurrió escribir este post sobre lo beneficioso de trabajar “codo a codo” para obtener los mejores resultados.
Si caminas solo llegarás más rápido, pero si caminas acompañado llegarás más lejos.
Proverbio Chino
En muchos de nuestros posts anteriores mencionamos que somos seres sociales por naturaleza. La comunicación es una necesidad vital del ser humano, ésta nos brinda la posibilidad de crear vínculos con el otro. Y estos vínculos son necesarios tanto para la subsistencia en nuestras relaciones cotidianas: con amigos y familia, como para poder sobrevivir y llevar adelante nuestras relaciones laborales.
¿Qué es y para qué sirve el trabajo en equipo?
La colaboración, el sacrificio de más de dos partes, el intelecto, la creatividad y las ideas compartidas, hacen que el resultado sea mayor. En este proceso se genera una sinergia que hace que podamos llegar a los objetivos propuestos por la organización de una manera más eficaz y más eficiente.
Entonces, trabajar en equipo es dejar de pensar en uno mismo y sus intereses, para comenzar a pensar en nosotros y un interés común, que nos une y nos genera beneficios a todos. Cada miembro de ese equipo aporta desde sus habilidades, aptitudes y conocimiento para un bien común.
Jefe vs líder
Claro que todos los grupos de trabajo, generalmente, tienen a una persona que es quien lidera ese equipo. Y aquí hablaremos de liderazgo porque nos resulta arcaico y hasta nefasto hablar de “jefes y subordinados”. Tal vez, generaciones anteriores como los Baby Boomers y hasta los Gen X, creían en esta modalidad de jerarquías porque era lo que conocían, las cosas no podían ser de otro modo. Las generaciones subsiguientes: Millennials y Centennials, ya no conocemos ni reconocemos, y hasta rechazamos que alguien hable de “Jefe de…” y de “sus subordinados”. Nada más relacionado a la esclavitud que ésto. ¿Cómo pueden llegar a motivarse los equipos de trabajo y los individuos de esta manera?
Si bien estas dos palabras “Jefe” y “Líder”, parecen ser tener un mismo significado, en la práctica no lo son porque las actitudes de ambos son totalmente diferentes.
¿Quién quisiera ser temido por su grupo de trabajo? Creo que nadie respondería a esa pregunta de forma afirmativa. Todos queremos ser seguidos, tomados como ejemplos, admirados por nuestro equipo, y para ello debemos formar parte. Estar en comunión (común unión) con todos y cada uno de los miembros del equipo. Saber qué expectativas tienen para saber cómo motivarlos, es decir, cómo dar motivos.
Mientras el Jefe dice: “hacé tal tarea”, el líder dice: “podríamos hacer tal tarea”. El líder pide opiniones y confía en ellas, porque sabe que el equipo está conformado por personas idóneas, y como dice el dicho: “2 cabezas piensan más que una”, ni hablar de 3, 4 o más.
Contrata a los mejores y déjalos hacer lo que saben hacer. Sino, contrata a los más baratos y que hagan lo que tú les dices.
Warren Buffet
No sólo compartiendo espacio físico se puede trabajar en equipo
Cuando hablamos de Teletrabajo podemos considerar diversas alternativas afines a llevar adelante proyectos laborales.
Podemos mencionar los ya conocidos freelancers, quienes con su trabajo y de manera autónoma prestan servicios sin depender de un espacio físico; o bien aquellos que perteneciendo a una organización comparten el tiempo de su trabajo en la empresa y en sus hogares.
Ahora bien, ¿cómo resulta practicar esta modalidad cuando la misma requiere el trabajo en equipos?. Aquí comienza a resaltar la figura del líder, tal como se mencionó antes. El hecho de socializar tareas en el ámbito laboral, requiere de habilidades blandas (Soft Skills) reales que permitan guiar el equipo humano hacia los objetivos y mantener los esfuerzos dirigidos y en el mismo sentido.
Siguiendo esta línea, y cuando de herramientas virtuales se trata, el teletrabajo en equipos implica desarrollar habilidades tales como el restablecimiento de objetivos. En este sentido se hace necesario impartir y dar a conocer los objetivos y metas a alcanzar con un enfoque altamente colaborativo y de participación constante. Aquí buscamos que el impacto del trabajo individual se entienda de manera conjunta y cómo éste impacta en el esfuerzo del resto. El rol del líder se vuelve una pieza clave, siendo guiar y promover el compromiso del equipo una de sus principales funciones.
Por otro lado, la definición de pactos de “convivencia” orientados a la forma en la que se expondrá y dará continuidad a cada estadio de avance, resulta un factor clave a la hora de programar el trabajo y dar seguimiento a los objetivos. De igual manera, cuando asignamos responsabilidades y distribuimos tareas.
Algunas herramientas que nos facilita la tecnología para el teletrabajo o Home Office
El hecho de permanecer en un medio virtual, y por su propia naturaleza, genera cierto “distanciamiento”, es por esto que se considera de vital importancia mantener un flujo de información y un grado de cercanía tal que permita y promueva la interacción entre los participantes y miembros del equipo.
Herramientas tales como: Zoom, Skype, Hangouts, WhatsApp (por el momento es la app que menos participantes permite), Facebook Messenger, Google Duo, Instagram están orientadas a mejorar y mantener el vínculo tanto laboral como informal. Algunas de ellas permiten reuniones grupales de hasta 100 personas, en donde se pueden compartir documentos, enlaces, compartir pantalla y hasta grabar la reunión.
Si bien no “cumplimos horarios” ni nos reunimos físicamente para lograr avances, sí es un elemento a tener en cuenta que, trabajar por objetivos de manera virtual también requiere planificación y programación. Las reuniones virtuales se vuelven un lugar de encuentro y plataformas como las mencionadas anteriormente, resultan intuitivas y fácilmente aplicables a estos fines.
En definitiva, estas herramientas permiten a los miembros del equipo involucrarse en sus tareas individuales y en las del equipo en su totalidad manteniendo así una comunicación estrecha con el resto, como sucede en el mundo físico.
Autoras: Julieta Gardella (Guest Blogger de DeMentes) y Alejandra Laborda Unzueta (Directora de DeMentes)