Bloqueo de escritor, ¿qué es y cómo liberar la mente?
En el momento en que se me ocurre escribir este artículo, estoy sufriendo, ya desde hace varias semanas, del famoso “bloqueo de escritor”.
Resulta paradójico el hecho de que pueda encontrar la inspiración para escribir este artículo, asumiendo que a varios les puede pasar y podríamos empatizar; cuando no se me ocurre una sola idea para comenzar a escribir una monografía para finalizar mi Diplomado en Neurociencia y Liderazgo.
¿Qué es bloqueo de escritor?
George Eliot, novelista, poeta, periodista y traductora inglesa de la era Victoriana, lo definió como el “penoso caso de una larga incubación sin ningún pollito como resultado”.
El bloqueo de escritor es ese momento en que los escritores y demás personas dedicadas a cuestiones creativas, se quedan sin la capacidad para crear nuevo material, entiéndase esto como escribir o diseñar lo que sea. A causa de esto, el trabajo que debe ser entregado en una fecha límite, sufre demoras.
Buscando el momento ¡Eureka!
A medida que voy leyendo y voy investigando sobre esta condición por la que estoy atravesando, ya que lo que deseo es poder desbloquear la mente y poder generar ideas para escribir, se me viene a la mente otra paradoja y es que a partir de la neurociencia tenemos la capacidad de conocer cómo funciona el cerebro. Y la creatividad justamente, depende de las conexiones neuronales de redes neuronales que habitualmente trabajan por separado.
Todos somos creativos, algunos en mayor medida, otros en menor medida. La creatividad se entrena y por ejemplo, (paradoja 3) una opción para mejorar la conectividad neuronal dentro de una misma red es (sonido de tambores): la escritura creativa. Nada más ni nada menos.
Algunas otras opciones para liberar la creatividad y poder crear cosas únicas, originales, magníficas e innovadoras… o al menos originales.
. Alejarse lo más humanamente posible de los dispositivos electrónicos: son muy funcionales y útiles para muchas cosas pero en cuanto al desarrollo de la creatividad, no sería un buen aliado.
. Llevar anotador a todas partes: hasta la ducha porque ese momento “eureka” llega justo cuando menos lo esperamos y nos agarra sin nada para anotar y recordar la mejor idea que habíamos tenido en toda nuestra vida. Según la neurociencia, esto se debe al grado de relajación que tiene el cerebro cuando deja de enfocarse obsesivamente en una idea. Mientras más descansado está, mejor funciona, así que no crean eso de que cuando dormimos el cerebro “se apaga por un rato”.
. Buscar opiniones: conversar con otras personas, que nos den su punto de vista, puede hacer que podamos cambiar nuestra perspectiva ayudándonos a salir de la zona de confort y liberar las ideas más locas (las cuáles deben ser anotadas en el anotador del punto anterior).
. Rodearnos de gente creativa: sí, esos “locos lindos” a los que se les ocurren cosas insólitas y que todos miran con asombro. Suman a todos los puntos anteriores.
. ¡Leer!: aprender palabras nuevas, formas de redacción, tener que buscar en un diccionario significados, imaginar escenarios, personajes, hilar para comprender la historia.
. “La práctica hace al maestro” dice el dicho: Y en cuanto a la escritura, sea del tipo que sea, mientras más lo hacemos, más nos equivocamos, más aprendemos.
Dirigiendo una agencia de marketing digital, siendo docente universitaria y en tiempos de pandemia, resulta difícil poder desligarse de los dispositivos electrónicos, pero vale el esfuerzo. La autodisciplina y gestión del tiempo, hacen que podamos dedicarle a cada cosa el tiempo que se merece. Y así como nos dedicamos a trabajar porque amamos lo que hacemos, es necesario y sano, dedicar tiempo y espacio al ocio y a todos los beneficios que trae consigo.
Autora: Esp. Alejandra Laborda Unzueta
alejandra@dementesmarketing.com.ar